Somatolin

Charlybertario, un gran poeta de la blogosfera, me ha invitado a seguir una cadena que consiste en escribir un Tanka, algo así como una poesía breve, siguiendo unas normas. Aunque no es mi fuerte, me he atrevido con ello, y ahí va. Estas son las reglas a seguir:

*Cada jugador invitará a dos participantes, indicándoles las reglas del juego y avisándolo en su blog.

*El invitado iniciará su composición con la frase "pivote" del participante anterior, quien deberá resaltarla con cursivas y en color rojo.

*La forma será de tanka (tipo de poesía tradicional japonesa.) La forma tradicional consta de cinco versos de 5-7-5-7-7 sílabas. Un tanka puede ser un texto, dividido en cinco partes, usando treinta y una sílabas o menos, permitiendo que fluya la prosa Somatoline dictando la longitud de las líneas que quedarán separadas por signos de puntuación. (La disposición de las sílabas puede ser irregular pero siempre conservando el mismo número de versos) El invitado escogerá la unidad ritmica que desee.

*Debe existir el concepto de ‘pivote’, o eje del poema: en algún punto en la tercera línea va a exisir una imagen que relaciona o liga las dos primeras líneas con las dos últimas. El tema será libre. Cada participante debe señalar el blog del que proviene y enlazar a los blog invitados. Somatoline de Charlybertario.

La espiral de agua y fuego consume lentamente, sin darte cuenta, porque te hipnotiza, porque te hacer perder el norte. Y das vueltas y vueltas sin salir… Y te acabas quemando, y te acabas helando, porque los extremos son lo único que tienes, pero son peligrosos, hay que rechazarlos, y acabarás a 20º sin sentir, sin sabor, sin color… Lo seguro se disuelve entre los dedos, la fragilidad de tus pensamientos no acaba de endurecer porque el material empleado no tenía la consistencia adecuada… y piensas que no sabes lo que buscas, que no sabes lo que necesitas, pero tienes la certeza de que te falta algo, que estás a un paso, pero un paso largo y estás sin zapatillas… Desorientación sin meta, pero con esperanza. Y el viento en los oídos ha desaparecido y lo necesitas de vuelta…